domingo

barcos en el té.

Hoy los locos se escondieron en sus calles, vi a tantos de aquellos y hasta ganas de seguirlos me dieron. Intercambié suciedad por palabras verdaderas y más verdaderas no podrían ser ( no me refiero a la biblia ). Yo tambien me escondo, intento tener sentido aveces. Pero luego me doy cuenta de que no tengo y que soy desorden. Vuelo y veo a todos desde arriba, admito pensar que algo imbéciles se ven. Cada día mi mochila pesa más, la poesía pesa kilos y kilos. Los pies duelen, las manos tiemblan, las gargantas gritan, los hombres lloran, las mujeres lloran, los perros lloran, yo no lloro. Me queda lo que los otros regalaron y se quemó en una hoguera de sueños. Yo sueño mucho. Despierta y dormida, hipnotizada o ida. Yo no lo regalé y por eso puedo volar.
Se manchó con pintura.
Se manchó con barro.
Se manchó con café.
Se limpió con colores.
Se limpió con caminatas.
Se limpió con siestas.
Y dicen que no tiene remedio.

(Podrían decir que no me conformo con nada, pero el futuro que nos prometiste nunca llega!)

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