lunes

Los actores jugando a ser ellos mismos.

Tú quieres abrazar la demencia
(El problema es que tus manos lo gritan.)
Tiemblas.
Siempre desesperas.
En tu taza de café reposan las
caídas, suficientes
para comprender la anatomía de la roca (¡Que gran mentira!)
Te regalo tormentas santas
vertiginosas
que bailan destruyéndolo todo.
(El mejor regalo, dices tú
El ámbar de la decadencia, digo yo.)
Vagas por el abismo
Follas sobre la cuerda floja
Y yo siempre, a un paso, de lejos
¿Que tanto esperamos para que el pasillo
se vuelve estrecho? Para aplastarnos contra
la pared, manchar con tinta el yeso, y la
pintura azul.
Porque la muerte, la señora simpática,
siempre ha vestido de
azul.
Sus labios de puta, manchados, nos llaman. 
Gritan.
(Tú lo sabes bien)
Y los momentos gimen.
El deleite desde la tumba
nos susurra. Descansa, y al tercer día
escuchamos sus pasos (en la arena)
Colapsarán los edificios, estatuas,
puentes y cárceles.
Nosotros estaremos ahí, viendo como todo
se cae (entre besos).
(Estamos sucios, sucios.)
Sabemos que siempre fue nuestra la culpa. Pero, no
existirán relojes para la condena.

1 comentario:

Bote toda su basura aquí.