lunes

Regresar a ser siempre inquietante, a golpear los pareces sin poder derribarlas, regresar a ser un silencio entre ciudades de puro ruido. No me importa tu mundo de calles heladas, yo vengo de donde el calor nace por las noches, un mundo donde el humo inunda los salones. Nada más hermoso que los golpes que me das entre la multitud, recordándome sin nombrarlas, las incansables cadenas que nos atan. Mientras gritan los meses, me golpean, dejando hermosas marcas en mi piel. Pero son sólo eso, al menos me gustaría creerlo. Y mientras busco desesperada una fuente de placer escondida bajo el agua, mientras un piano no quiere verme a los ojos, escribo frases en la pared, intentando convencerlas de su sentido.

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