martes

Cuando pueda quebrar huesos con las manos.

Busqué en mataderos y
basureros.
Un movimiento delgado,
un tacto
invisible.

Encontré palabras
que con un bisturí
cortaron mi abdomen.

Y cuando lo vi a la cara
no quedaban ojos
en su rostro.
Sólo sombras,
mientras río por lo bajo,
al saber que
se desvanecen.

Aprieta el peso del sonido
que se va
desentrañando.

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