Viene en oleadas, de alguna manera se parece al mar.
Llega y sin preámbulos se lleva todo lo que encuentra en aquella playa.
Desaparecen gestos, ruidos nocturnos, exageraciones varias.
Cuando en el camino se encuentra aquella carta con su nombre, el tiempo queda corto
Mientras que en algún momento tuvimos todo el tiempo del mundo
Los juegos de muñecas que duraban horas infinitas, coronado
por aquel viaje sin pasaje de vuelta.
Llega el momento de mantenerse erguido mientras el mundo de desintegra
Los escombros es lo único que puedo ver en esta pieza.
Alguien escucha música, alguien en este momento camina solo
Son las piedras que se pisan descalzo, las flores marchitas en la mesa de noche
Y quedan siempre, aquellas fotografías amarillentas.
¿Qué más se puede hacer?
(Cuando la muerte toca la puerta)