Los capítulos se cierran como un ataúd con las paredes de terciopelo
La página en blanco después del final
[La repetición]
La repetición que le da sentido a la caída.
Egoísta, tanto como dulce y asquerosa
me desprendo de los hilos que me atan al techo.
Empezaré a enseñarme cómo escupir,
cómo llorar sin tantas lágrimas,
cómo desangrarme sin sentir mareo alguno.
Tengo tantas cosas para quemar y tanto tiempo para hacerlo.
De a poco el color se empieza a pintar con odio,
sin motivo aparente.
(¿Existen motivos aparentes?)
Empezaré a reír por lo bajo, a abrir puertas sin recurrir
a sus llaves, usando la fuerza que he ido guardando.
Casi somos los más tristes.
Y nos reímos de eso.
Bebemos de la negación, somos de los que lloran en
las fiestas.
Empezaré, por lo tanto, a dejar de necesitar:
primero aire, luego comida.
Hasta que la repetición termine y empiece finalmente
una náusea diferente.